
A continuación se exponen un conjunto de pinturas de ángeles con
libros que expresan la condición celeste y la vida sobrenatural cuyo
alimento es la contemplación del Verbo, La Palabra de Vida, de ahí las
tonalidades o bien doradas o azules.
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CRISTO PALABRA VIVA SUMO Y ETERNO SACERDOTE
Óleo sobre tela 146 x 114 cm.
Privado
Representación de Cristo como Sumo y eterno Sacerdote. “Yo soy el
Alfa y Omega, el primero y el Último, el Principio y el Fin” (Ap
22,13). Él es la Palabra que existe desde el principio, que estaba junto
a Dios y que era Dios.
“Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto
existe. En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres”
(Jn 1,3s).
ÁNGEL CON LIBRO DE LA PALABRA
Óleo sobre madera 50 x 35 cm.
Privado
Ángel en tonos dorados que medita la Palabra de Dios pues ella
constituye su alimento. “Les dio a comer pan del Cielo” (Jn
6, 31). La palabra es el verdadero alimento de vida eterna del cual los
Ángeles se nutren en el Cielo con la eterna contemplación del Verbo.
DOS ÁNGELES CON LA PALABRA
Óleo sobre madera 56 x 38 cm.
Privado
El fondo azul celeste destaca su condición angélica y las carnaciones
pálidas su naturaleza etérea, espiritual. Dos ángeles que meditan sobre
la Palabra y sobre el designio salvífico de Dios: “Hagamos al ser
humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra” (Gn 1,26).
ÁNGEL CON LA PALABRA DE DIOS
Óleo sobre tela 100 x 73 cm.
U.C.A.M.
Ángel sobre la Palabra de Dios: “Le hiciste poco inferior a los
Ángeles, de la gloria y esplendor lo coronaste” (Sal 8,6). Nos
invita a meditar cómo el ser humano fue creado para participar de la
vida divina, que podemos pregustar en el seguimiento de la Palabra de
Dios.
DOS
ÁNGELES SOBRE LA PALABRA
Óleo sobre tela 100 x 100 cm.
U.C.A.M.
Dos ángeles contemplan el designio humano, pero estos ángeles “lloran”
en el cielo viendo cómo los proyectos de salvación son rotos por el
pecado del hombre. Por envidia del diablo entró el pecado en el mundo.
Envidia ante la santidad de Dios, y según una interpretación teológica,
al no poder aceptar el proyecto de glorificación del ser humano: “El
Verbo encarnado”.
CENTAURO
HERIDO
Simbología del ángel caído
Óleo sobre tela 100 x 81 cm.
Particular
“Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo” (Lc 10,
18). “Entonces se entabló una batalla en el cielo: Miguel y sus
Ángeles combatieron con el Dragón. También el Dragón y sus Ángeles
combatieron, pero no prevalecieron y no hubo ya en el cielo lugar para
ellos. Y fue arrojado el gran Dragón, la serpiente antigua, el llamado
Diablo y Satanás, el seductor del mundo entero; fue arrojado a la tierra
y sus Ángeles fueron arrojados con él” (Ap 12,7-9).
ROSTRO
DE ANGEL
Acrílico sobre cartón 43 x 30 cm.
Particular
Frente al pecado de soberbia de ángeles y del ser humano: “seréis
como dioses” (Gn 3,5); se abre un camino de
salvación mediante la humildad. Se representa a su ángel que contempla
el rostro de Dios: “Así pues, quien se haga pequeño como este
niño, ese es el mayor en el Reino de los Cielos” (Mt
18,4). “Guardaos de menospreciar a uno de estos pequeños; porque yo
os digo que sus ángeles, en los cielos, ven continuamente el rostro de
mi padre que está en los cielos” (Mt 18,10). Cristo en su
Encarnación, Pasión y Muerte, se hará verdaderamente pequeño, el último
y servidor de todos.