"Yo soy el Dios de Abraham, Isaac y Jacob"

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ABRAHAM
Óleo
sobre tela 130 x 97 cm.
U.C.A.M.
Ésta obra representa el momento en que Abrahán ha recibido de Dios el
mandato de sacrificar a su único hijo Isaac. Es el momento de la
deliberación y la oscuridad de la fe. Sostiene en su mano el cuchillo
con el que ha de degollar al joven y la cuerda para atarlo; también
sostiene el bastón como nómada que se ha puesto en camino ante la
llamada de Dios: “Vete de tu tierra, y de tu patria, y de la casa
de tu padre, a la tierra que yo te mostraré” (Gn 12,1). Abrahán
es el Padre de la Fe, a él se revela Dios y son hijos de la promesa
todos los creyentes.
ISAAC
Óleo
sobre tela 130 x 97 CM.
U.C.A.M.
Isaac puesto en el altar del sacrificio, atadas las manos y con el
cuello dispuesto para ser sacrificado. En el lado derecho la antorcha
con el fuego. Él es figura de Cristo que se ofrece a si mismo sin
resistencia como cordero manso llevado al matadero. Él no será
sacrificado: “No alargues tu mano contra el niño, ni le hagas
nada” (Gn 22,12); en su lugar Dios ha previsto un cordero:
“Levantó Abrahán los ojos, miró y vio un carnero trabado en un zarzal
por los cuernos. Fue Abrahán tomó el carnero y lo sacrificó en
holocausto en lugar de su hijo” (Gn 22,13).
JACOB
Óleo
sobre tela 130 x 97 cm.
U.C.A.M.
Jacob tras la lucha con el ángel. Combate que cada hombre sostiene con
Dios hasta aceptar someterse a su voluntad y vivir apoyado en Él. Jacob
sostiene el bastón que es en realidad la cruz. “Y habiéndose
quedado Jacob solo, estuvo luchando alguien con él hasta rayar el alba.
Pero viendo que no le podía, le tocó en la articulación femoral, y se
dislocó el fémur de Jacob mientras luchaba con aquel” (Gn
32,25-26).